viernes, 9 de julio de 2010

Huelo, miro... nada

me muero por verte
hoy
invierno
olor a vos en el aire
bufanda, chalina, polaina...

soy débil
caigo ante el menor de los recuerdos
siempre igual

empantanado,
regocijándome en medio de lo muerto
el niño inglés siempre tan tonto

no supe lo tonto que fui
hasta que vi tu oscuridad,
hasta que se reflejó en la mía

no supe lo malo que fui
hasta que sentí la maldad
cortándome la cara,
metiéndome los espejitos en los ojos
...que sangraron

imágenes
distracciones
la vida fue una distracción inútil
tendré que transformarme...
pero el desamor es tan amargo
me hace pedazos a cada rato
en cada ventana te encuentro
respirando blancura
y yo tan gris


hoy volví a tener alegría
esa de verdad
esa que te revuelve la sonrisa
esa que te hace mirar como si nunca hubieras mirado
esa que te hace querer
esa que endulza el té con tan sólo tenerlo al lado
esa que abre el libro en la página indicada
y te hace bailar

"(...)
como el viento voy a ver"

4 comentarios:

Martina Benitez Vibart dijo...

qué lindo, iñaaaa!!! me encantó!
lo re sentí te digo ehhh, los vidrios en los ojos... terribleeee
y la alegría del después... de aceptarlo nomás todo como es, porque se va transformando, afortunadamente!

en fin, se vuelve... y siempre están los amigosss jajaja
besoooo, te quiero
fijate mi entrada especial...

Martina Benitez Vibart dijo...

detalle importante el de los amigos no?

tu amiga, marti

bb dijo...

Te robé el párrafo final, el fragmento sobre la vuelta y el reencuentro de ESA alegría :-)

Iñaki dijo...

woww
Mart! increíble lo tuyo,
los detalles (la amistad), lo simple, la "animal-o celestial- inocencia"...
quiérote!

y el robo del párrafo final???
me intriga!
adónde fue a parar?
;)